Bienvenidos!

Bienvenidos todos. Mi nombre es Viviana Quispé, soy boliviana y mi familia se dejo la vida en conseguir darme la educación que tanto quise, por lo que, con muchos esfuerzo de toda mi familia, consiguieron sacarme unos billestes de avión y pagarme la matricula en la universidad. Pero ahora he de ingeniarmelas en mi nueva ciudad, Madrid, con mi nueva vida, la gente que conoceré, etc... Aqui comienza mi vida, pero os pongo en antecendentes sobre mi infancia y vida en Bolivia.

jueves, 11 de noviembre de 2010

"El Tobogan"



 
Irina era una niña rumana, hacia solo una semana que se había trasladado a vivir a un pueblecito cerca de la costa malagueña. Irina tenía 10 años y había venido con su madre, y su hermano de 7 años. 
Era Domingo, delante de su casa había un jardín muy bonito, tenía varios toboganes y a Irina le encantaba deslizarse por ellos, siempre le había dado un poco de miedo subir las escaleras de estos, pero merecía la pena; así que sin pensarlo dos veces, le dijo a su madre que iba a dar una vuelta por el parque.

Se acercó al tobogán, puso un pie en el primer travesaño cuando un niño llamado Pedro, le dio un pequeño empujón, y la apartó. Irina echó a llorar, ¿por qué me has empujado? le preguntó, Pedro la ignoró y llamó a María y a Anabel, las niñas corrieron y subieron al tobogán, Irina se les quedó mirando, viendo como reían y se divertían. Se apartó de donde estaban ellos y fue a sentarse en un banco debajo de un algarrobo, Irina seguía llorando, sentía nostalgia de su pueblo, de sus amigos. Quería volver a su país, pero sabía que eso no era posible, allí casi ni podían comer.

Tan triste estaba que no se había dado cuenta, que otra niña, se había sentado a su lado.
La niña le dijo: me llamo Rosa, ¿cómo te llamas? ¿por qué estas tan triste? nunca te había visto antes por aquí, Irina le contó que echaba de menos a sus amigos y sobre todo a su padre y a su abuela, y le dijo que un niño le había empujado, y que no creía que nadie quisiera jugar con ella, puesto que las otras niñas que iban con Pedro se habían reído de ella y le habían dicho que volviera a su país, que allí no querían gente extranjera porque les quitaban los puestos de trabajo a sus familias. Rosa la tranquilizó diciéndole que no se preocupara y que sobre todo dejara de llorar, le contó que Pedro era un bruto, y que no le gustaba la gente que venía de otros países, pero que todos no eran como él, ella por ejemplo si quería ser su amiga y que le encantaría no solo ser su amiga sino que le contase cosas de su pais, así como aprender su lengua. Irina ya empezaba a sonreir, entonces la llamó su madre, se despidió de Rosa y quedaron para jugar al día siguiente. La madre de Irina la vio feliz y le preguntó que como lo había pasado en el parque, esta le dijo, mama acabo de hacer una amiga y estoy segura que haré muchas mas.

¿no sería mejor conocer a las personas, sean de dónde sean, antes que rechazarlas?

(esto es el primer de os 3 cuentos que nos mandó escrbir el profesor acerca de la inmigración)


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