Bienvenidos!

Bienvenidos todos. Mi nombre es Viviana Quispé, soy boliviana y mi familia se dejo la vida en conseguir darme la educación que tanto quise, por lo que, con muchos esfuerzo de toda mi familia, consiguieron sacarme unos billestes de avión y pagarme la matricula en la universidad. Pero ahora he de ingeniarmelas en mi nueva ciudad, Madrid, con mi nueva vida, la gente que conoceré, etc... Aqui comienza mi vida, pero os pongo en antecendentes sobre mi infancia y vida en Bolivia.

viernes, 12 de noviembre de 2010

"Oscuro estrecho"




  Como cada día a las 5.30 de la tarde, Marta al salir clase iba ayudar a su abuela a la panadería que tenía en una de las calles más bonitas de su barrio, al menos eso le parecía a ella. Como cada día a las 5.35 Momo aparecía allí, ¿qué quieres? le preguntó María, Momo miró el expositor que estaba repleto de todo tipo de pasteles y delicias, se le hacía la boca agua  ¿qué te apetece volvió a preguntar María? anda decídete!! no tengo todo el día, umm,,,, un bollo y una barrita de chocolate…..¿y para lo de todos los días te quedas un rato pensando? vaya chico tonto, pensó María.

  ¿Cómo te llamas? preguntó María,,,,, me llamo Momo,,, y yo María. ¿Oye te gustaría tomar una taza de chocolate caliente y unos bollos, mi abuela los hace muy ricos? Momo asintió. Los dos niños pasaron a un cuartito que la abuela tenía justo detrás del mostrador. ¿de dónde eres? preguntó María, de Senegal contestó Momo, ¿dónde queda eso? siguió preguntando María, muyyyyyyy lejos, ¿viniste en avión? dijo María, entonces Momo empezó a llorar ¿por qué lloras?, no es que…… ¿qué pasa? preguntó María.  Entonces Momo empezó a relatar su historia, nací en Boboue que pertenece a la región de Louga, allí vivía con mi hermana y mis padres, mi padre murió hace 4 años, un coche lo atropelló. Nunca habíamos tenido mucho pero al menos podíamos comer un par de veces al día, pero las cosas fueron a peor y alguien le dijo a mi madre que en España había trabajo, así que no se lo pensó dos veces, vendió todo lo que tenía y con ese dinero logramos un sitio en una patera. El día que embarcamos había tormenta, éramos veinticinco personas, yo pensé que todos no cabríamos en un cascaron así, pero nos metimos, eran tantas las ganas de salir de allí, que unos encima de otros logramos echarnos a la mar. 

  La travesía duró 10 días, habíamos llevado algunos alimentos, pero nos lo hicieron dejar fuera, y solo nos permitieron un pan por cabeza y algunas botellas de agua. Al sexto día se nos acabo el agua y el poco pan que llevábamos mucho antes. Por las noches la temperatura bajaba, la humedad nos calaba los huesos. Nos llovió y la barca se lleno de agua, así que con las manos tuvimos que achicarla, yo pensaba que todos íbamos a morir, hasta que al final un buen día llegamos a la costa, allí para nuestra desgracia nos esperaba la policía, muchos  fueron devueltos a nuestros país. 

  A mi madre y a mi nos llevaron a unas dependencias, donde pasamos unos cuantos días, durante ese tiempo nos dieron comida y abrigo. Mi madre lloraba cada día, y un buen día apareció allí una persona que nos dijo que podríamos quedarnos durante tres meses y que le iba a proporcionar a mi madre un trabajo, de aquello hace ahora tres años.

  Y aquí soy feliz, veo a mi madre contenta y…… quizá algún día vuelva a visitar país.


(tercer cuento)

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