TRABAJADORES EN FUGA – EL UNIVERSAL (MÉXICO)
De “El Universal” de México, me quedo con un editorial del pasado 26 de noviembre de 2010, titulado: “Trabajadores en Fuga” el cual refleja de manera bastante acertada qué hay detrás de los fenómenos migratorios: sus consecuencias en los países productores de inmigrantes. El editorial de “El Universal” acaba reprochando al Gobierno la salida de todos esos miles de personas que bien podrían hacer de México un país productivo y próspero. Se acaba preguntando qué se hizo y qué se dejó de hacer. Y refleja la huella que deja la emigración en los países origen de ella.
Mi perspectiva como inmigrante y como emigrante me da algo de claridad para este asunto en especial. Empecemos: En el que ustedes llaman “primer mundo” existe una versión, a mi parecer, victimista del fenómeno de la inmigración; se suele pensar que sobre el primer mundo recaen todos los problemas acarreados con la inmigración, pero lo que se suele olvidar, principalmente por desconocimiento, es el fuerte impacto que tiene en las regiones de origen que haya un éxodo de población constante de población. Dicha salida de población produce un envejecimiento en las poblaciones, así como un déficit de mano de obra, lo cual frena el desarrollo endógeno de las zonas afectadas por la emigración. Sin jóvenes que se formen o que trabajen, el desarrollo de las regiones pobres queda estancado de manera indefinida. Y aunque haya una llegada de divisas, si estas son invertidas de manera unilateral por una familia determinada, los beneficios de las divisas revertirán exclusivamente en esa familia, en lugar de revertir en la comunidad. Como resultado tenemos que, las divisas en vez de ser la base de un desarrollo industrial o artesanal en la sociedad que las recibe, son el objeto de consumo de una minoría de personas. De esta manera, en vez de aportar un beneficio a la sociedad, lo que acaban haciendo es agrandar la brecha entre ricos y pobres, aumentar las desigualdades entre los que reciben las divisas, y los que no. Una alternativa viable a este uso de las divisas extranjeras, sería que éstas fueran invertidas por un interés común. Pongamos un ejemplo: en vez de invertir las divisas en la construcción de una ostentosa casa unifamiliar de tres plantas. ¿qué pasaría si ese dinero fuera invertido en una cooperativa que manufacturase las materias primas de la región y obtuviera beneficios para los trabajadores y su comunidad?
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