Bienvenidos!

Bienvenidos todos. Mi nombre es Viviana Quispé, soy boliviana y mi familia se dejo la vida en conseguir darme la educación que tanto quise, por lo que, con muchos esfuerzo de toda mi familia, consiguieron sacarme unos billestes de avión y pagarme la matricula en la universidad. Pero ahora he de ingeniarmelas en mi nueva ciudad, Madrid, con mi nueva vida, la gente que conoceré, etc... Aqui comienza mi vida, pero os pongo en antecendentes sobre mi infancia y vida en Bolivia.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Historia de un Gueto (3º parte)


  

  En entradas anteriores, les conté cómo realicé una suerte de análisis sociológico que ahondaba en el origen de los milenarios guetos. Para despedir el tema, quiero recordar que el gueto no es un fenómeno nuevo, ya fueran los chinos de San Francisco a finales del S.XIX, los italianos de Nueva York y Nueva Jersey a comienzos de la pasada centuria, o los marroquíes de El Ejido almeriense a finales del siglo pasado, cada comunidad migrante ha tenido la tendencia a aglutinarse en un espacio físico con el fin de protegerse los unos a los otros y ser el nicho de nuevas historias de migrantes que tarde o temprano se terminarían adaptando a la sociedad de acogida, o por el contrario, terminarían apartándose definitivamente de ella, encerrándose en un circuito cerrado en el que nacerán más generaciones de hijos de migrantes cuya integración en la sociedad será aún más ardua al no considerarse iguales a los demás ciudadanos.

  Mi historia como trabajadora en España comenzará, cómo no, en un gueto. Al arrimo de mi amiga Silvana, mañana empezaré a ayudarle en su faena y recibiré parte de su paga. Silvana me ha prometido que me ayudará a encontrar nuevos sitios de trabajo donde pasar mi maloliente fregona, jejeje. Suena bien, ya tengo un trabajo, el precio fue renunciar a la vía legal para conseguir un trabajo y entrar en el círculo del empleo sumergido que tan bien os describía antes. Lo sé, no me vayan a apedrear, tuve que recurrir a la ilegalidad, pero, ¿quién está en el derecho a decirme que si no tengo una maldita tarjeta de residencia debo renunciar a algo tan natural e instintivo como buscarme la vida?

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